Os cuento una anécdota.
En la primavera del 2019 cogí un taxi en una ciudad de Orihuela Costa. Allí no había ni uber ni cabify. Yo, con la experiencia de 4 años analizando el comportamiento de estas plataformas y los daños ocasionados a nuestro gremio estaba ya alerta y preocupado por el futuro de los compañeros. Quería saber qué opinaba el taxista que trabajaba en zonas en las cuales las plataformas no estaban presentes aún pero sabiendo que tarde o temprano llegarían.
Por lo tanto, mantuve muchas conversaciones con compañeros. Pero éste me dió una respuesta que no solo estaba inspirada en la falta de capacidad de análisis sino también de la escasa capacidad de anticipación. Además, consideré su respuesta escalofriante, especialmente porque ya teníamos toda la información para prever de forma global lo que iba a pasar y, obviamente, pasó.
Me dice el compañero: «aquí no nos preocupamos. Las asociaciones y radioemisoras tampoco».
¿Saben qué? Tres, TRES, semanas después uber o cabify, no recuerdo, mandaron los primeros vtcs. Obviamente éstos empezaron a comer el pastel del taxi. Más aún, dueños de vtcs tradicionales y de taxis crearon o aumentaron su flota de cucarachas.
No fue necesaria la pandemia para que el gremio local empezará a arrancarse el pelo y a llorar viendo la disminución de su recaudación. Lo que desconozco es si, en algún momento, las asociaciones y radioemisoras locales practicaron el doloroso ejercicio de autocrítica o pusieron en tela de juicio su actitud previa de pasividad. Es decir, pasar de «aquí no hay plataforma, ¿para qué preocuparnos?» a «aquí no habían plataformas, ¿por qué no nos hemos preocupado?
Es cuestión de vida o muerte que el taxista entienda que las plataformas van e irán a por todos nosotros, hasta en los lugares más insospechados, mientras tengan capacidad para hacerlo. El famoso Kalanick (fundador y ex CEO de uber) lo ha dicho años atrás: nuestro objetivo es un monopolio del transporte/movilidad. Nadie del taxi no lo tomó en serio. ¡ Yo sí ! Gracias a dios no fuí el único.
Las plataformas están cobrando del 15 al 30% del importe de un servicio. El día que estén en posición dominante, ¿cuánto pensáis que van a cobrarnos?
Conclusiones:
Se ha estado luchando en la calle, en los tribunales y con/contra políticos en el ámbito legislativo pero faltaba un terreno de acción todavía no explorado. Faltaba atacar y atracar las plataformas en lo que quizá más les duela: el BOLSILLO.
Eso sólo se consigue, con todas las esperanzas y probabilidades de ganarles, mediante un proyecto tecnomercantil e inclusivo como lo es TAXI DIGITAL. A su vez, éste sólo podrá concretarse mediante la unión de todos los taxistas españoles. Más tarde se procurará exportar el modelo y ya hay compañeros de otros países interesados. También están interesadas multinacionales en aportar su tecnología. Por eso se está hablando de app nivel 10.
Sin embargo, no olviden que la app es solo un aspecto en definitiva menor de TAXI DIGITAL.
Por estos motivos necesitamos que todos y cada uno haga todo lo necesario para que todos los compañeros se suban a este proyecto hablando con ellos, invitándoles a que entren en los grupos y conozcan de primera mano este proyecto, aporten y planteen sus dudas. Cada uno puede también meter en los grupos los compañeros que tengan en sus móviles, imprimir y distribuir el resumen del proyecto de dos páginas y distribuirlo, y mucho más. Ahora mismo de vosotros depende que esto siga adelante.
De paso aclaro también que las asociaciones, radioemisoras y apps existentes nada tienen que temer si éste proyecto llegase a concretarse. TODO LO CONTRARIO.
Ya somos miles pero todavía faltan muchos compañeros que, como todos nosotros necesitan y se merecen un futuro mejor en el que no tendrán que preocuparse más por estas plataformas pero meramentanente en prestar el mejor servicio posible a nuestros usuarios y a coste casi nulo. TAXI DIGITAL es hoy la mejor opción que les ofrece todo esto y mucho más.
¿Qué esperáis? Manos a la masa. Todos juntos, lo vamos a conseguir.
